Terapias para cuidar su prótesis de cadera
Pasada la intervención para el implante de una prótesis de cadera, usted se enfrenta a una etapa muy importante en la que, con una adecuada terapia, aprenderá a cuidar su prótesis. Su reto ahora es acelerar su recuperación y tratar de volver a la vida normal lo antes posible.
Su actitud es fundamental en este proceso. Sabemos que este mensaje no es nuevo para usted, porque se lo habrán repetido mil veces sus médicos, fisioterapeutas y familiares, pero no ha de tomárselo a la ligera. Los consejos y ayuda de nuestros fisioterapeutas le guiarán en el camino de su rehabilitación; sin embargo, el esfuerzo mayor y constante tiene que venir de su parte.
Pero no queremos agobiarle y sermonearle, sólo buscamos potenciar una actitud positiva y proactiva para lograr los máximos beneficios de los masajes de fisioterapia en el cuidado de su nueva prótesis de cadera.
Una vez mencionado todo esto, entremos en materia. Lo primero que queremos recordarle es que la terapia para cuidar su prótesis de cadera no es algo que usted pueda diseñar y realizar de forma autónoma. Para que sea efectiva y usted observe su progreso, debe estar tutelada por profesionales de la fisioterapia.
Dependiendo de su edad, sus condiciones físicas y del tipo de prótesis de cadera que le hayan implantado, existen diferentes tipos de ejercicios postoperatorios. A continuación le damos unas cuantas pinceladas sobre algunos de los ejercicios que realizará, sobre todo, recostado o apoyado en el suelo:
- Recostado en su espalda existe una terapia llamada abducción de cadera que consiste en estar recostado en la cama o en el suelo y tratar de deslizar su pierna hacia un lado, tan lejos como pueda, para luego regresarla a la posición original. Su fisioterapeuta le dirá que en este ejercicio también es importante mantener las rodillas derechas con los dedos de los pies apuntando hacia el techo.
- Otro ejercicio que se realiza tumbado es la flexión de la rodilla apoyándola en la cama. En esta ocasión debe deslizar su talón hacia los glúteos, flexionando la rodilla y manteniendo el talón en la cama. Cuando su rolilla alcance el punto máximo de flexión, trate de mantener esta posición durante unos 10 segundos y luego estírela. Importante: intente que su rodilla no se vuelva hacia dentro.
- Levantamiento de una pierna estirada. Para lograr esto tiene que apretar el músculo del muslo con la rodilla completamente estirada en la cama. Apretando este músculo levante la pierna unos centímetros. Mantenga esa posición 5 segundas y después baje la pierna lentamente.