Paso a paso en la recuperación de una prótesis de cadera
Importante y compleja. Así es como podemos decir que es la rehabilitación tras ser intervenido y recibir una prótesis de cadera. Y es que, requiere tiempo y paciencia así como esfuerzo, pero los resultados que va a permitir conseguir darán como resultado que la persona en cuestión logre recuperar cuanto antes la movilidad de su articulación y, por tanto, su autonomía y calidad de vida.
Ese proceso para que resulte apropiado y efectivo requiere que sea dirigido por un experto en fisioterapia que, según las condiciones del paciente (edad, fase en la que se encuentra, estado de forma…), establecerá unas sesiones y unos ejercicios que propiciarán que la rehabilitación sea la idónea. No obstante, por regla general, estos son los pasos que dan forma a la misma, según indican los profesionales de Fisiohogar:
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El primer y segundo día tras la operación, la persona realizará pasos posturales asistidos y comenzará a caminar con la ayuda de un andador.
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A partir del segundo día el paciente empezará a realizar ejercicios de tipo isométrico variados. Nos estamos refiriendo a la flexión de cadera con la rodilla extendida, abducción de la cadera, ejercicios para fortalecer el cuádriceps, estiramientos para evitar que la articulación se vuelva rígida, flexiones de rodilla contralaterales…
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En el periodo comprendido entre los seis y los ocho días puede ser que el fisioterapeuta incluso llegue a indicarle a la persona que ha sido operado de una prótesis de cadera que puede, con cuidado y sin forzar, hacer uso de una bicicleta estática.
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Entre el sexto día y el decimocuarto, las sesiones de fisioterapia incluirán además ejercicios de semiplegamientos, movilización de la articulación coxo-femoral, potenciamientos isotónicos e isométricos, estiramientos de aductores…
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A los quince días de haber pasado por el quirófano, los expertos de la mencionada disciplina médica determinarán que es importante incorporar ejercicios que ayuden al paciente a mejorar lo que es el equilibrio y también a poder acometer realizar cambios en lo que es la marcha.
A partir de ese momento, el fisioterapeuta, según vaya viendo el avance de la persona y las necesidades que vaya teniendo, optará por ir introduciendo otras nuevas actividades, como pueden ser las de propiocepción, en pro del equilibrio, o las de capacitación estabilométrica, entre otros.
Estos son los pasos fundamentales de la rehabilitación tras ese tipo de operación citada, en los que el paciente también indicará al paciente una serie de recomendaciones para facilitarles su día a día, como pueden ser que evite sentarse en sillas muy bajas o que no cruce las piernas.