Recuperar la estabilidad tras un implante de prótesis de rodilla
Enfermedades crónicas y fracturas de gran alcance son fundamentalmente las dos razones que llevan a muchas personas a verse en la necesidad de tener que pasar por un quirófano para operarse y que se les implante una prótesis de rodilla. Y es que sólo así podrán volver a recuperar una notable calidad de vida.
Pero para poder alcanzar ese objetivo citado y tener un día a día de lo más normal, es imprescindible que tras la intervención se pongan en manos de expertos fisioterapeutas, como los que dan forma a Fisiohogar. Y es que serán los encargados de acometer su rehabilitación que, entre otras cosas, se centrará especialmente en lo que es la recuperación de la estabilidad, ya que será responsable en gran medida de que la rodilla esté firme, no flaquee y mantenga al individuo en perfecto equilibrio.
En concreto, para alcanzar la máxima estabilidad posible, los profesionales de la fisioterapia procederán a establecer un tratamiento, una tabla de ejercicios, que se sustentará en los siguientes pilares:
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Se hará especial hincapié en fortalecer lo que es la musculatura llamado anterior, el cuádriceps. Este es muy importante teniendo en cuenta que es el responsable de soportar el peso de la persona y de permitirle hacer actividades diarias y básicas como sentarse, andar o correr.
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De la misma manera, también se acometerán actividades que vengan a hacer mucho más fuerte a la musculatura posterior de la rodilla, los isquiotibiales. Estos otros también deben ejercitarse durante la rehabilitación porque tienen la misión, entre otras, de que la flexión de la pierna y la extensión del muslo sean las adecuadas.
¿Cómo se trabajarán estos músculos? Básicamente mediante lo que se conoce como cadena cerrada o bien mediante cadena abierta, que se diferencian, por ejemplo, en cuanto al uso de soporte de peso y que se desarrollarán según el criterio del fisioterapeuta.