Ejercicios de rehabilitación fisioterapéutica después de un implante de muñeca
Después de un implante de prótesis de muñeca, probablemente se sienta muy torpe e incapaz de realizar muchos movimientos y actividades que antes realizaba. Los ejercicios de rehabilitación se convertirán en su mejor aliado para dejar atrás los dolores e incapacidades y volver a la vida normal.
Las causas por las que ha tenido que acabar sometiéndose a una operación de muñeca puede ser de distinta índole, por problemas de enfermedades reumáticas o traumatismos con factura. Lo importante es que usted se encuentra ahora en una fase nueva, en una etapa de recuperación en la que su actitud y constancia para seguir los consejos e indicaciones de nuestros expertos en fisioterapia de prótesis es fundamental para alcanzar nuestros objetivos.
Existen distintos tipos de ejercicios de rehabilitación fisioterapéutica después de un implante de muñeca, pero la mayoría de ellos está destinado a recuperar la fuerza y la movilidad de la muñeca con prótesis.
Como le hemos comentado antes la constancia es fundamental para acelerar su recuperación, pero también la paciencia. Si la muñeca en la que le han puesto la prótesis es con la que escribe y se maneja habitualmente la sensación de torpeza e incapacidad será mayor. Tendrá que aprender a manejarse con la otra mano, pero también pedir ayuda cuando se enfrente a tareas más complicadas. Y, por supuesto, habrá actividades, como conducir o escribir para las que deberá esperar a estar más recuperado.
Pero vayamos a lo concreto. Después del implante de una prótesis de muñeca nuestros expertos en fisioterapia le ayudarán a realizar algunos de estos ejercicios:
- Extensión máxima de muñeca. Este ejercicio consiste en apoyar la mano abierta en una mesa e inclinar poco a poco todo nuestro cuerpo hacia adelante de forma que podamos extender al máximo nuestra muñeca. Llegados a esta posición es importante mantener la posición entre 5 y 10 segundos para volver despacio a la posición inicial.
- Movilidad de los dedos. Su fisioterapeuta le pedirá que abra al máximo su mano, separando los dedos como si fueran las varillas de un abanico. Mantenga esta posición entre 5 y 10 segundos y después descanse. Una segunda parte del ejercicio es cerrar la mano todo lo que pueda, sin incluir el dedo pulgar y dejar la mano cerrada entre 5 y 10 segundos para volver después a la posición de descanso.
- Movilidad de cada dedo. Con la punta del dedo pulgar trate de tocar la yema de cada uno de los dedos. Repita estos movimientos al menos 10 ó 15 veces.