Datos más interesantes sobre las prótesis de rodillas
En Fisiohogar tenemos multitud de pacientes que deciden ponerse en nuestras manos para poder llevar a cabo la preparación corporal que necesitan a la hora de que, mediante una operación, se les coloque una prótesis de rodilla y también para poder recuperarse por completo de la citada intervención.
Recuperar la fuerza y la movilidad así como acabar con los dolores que están sufriendo es lo que logramos hacer que consigan mediante ejercicios quienes cuentan con una prótesis de ese tipo, entorno a la cual existen un sinfín de datos interesantes:
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Por regla general, se decide colocar en personas que se enfrentan a enfermedades tales como artrosis o artritis reumatoide.
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Hay que tener en cuenta que existen, aunque no todo el mundo lo sabe, prótesis parciales de rodilla, que se implantan en personas que no tienen la suya totalmente afectada, sino una única parte, y que cuentan con edades comprendidas entre los 55 y los 65 años. Todo eso sin pasar por alto que se hace necesario que antes de pasar por quirófano pierdan unos kilos, si presentan algunos problemas de peso.
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Por regla general, tras la operación, el paciente suele recibir el alta a las 48 horas, momento tras el cual deberá comenzar a realizar los ejercicios que le indique el médico y luego la posterior rehabilitación en manos de un fisioterapeuta profesional.
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Salvo deportes de alto impacto, lo habitual es que quien cuenta con una prótesis de este tipo pueda tener una vida de lo más normal.
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Las prótesis de rodillas suelen permanecer en perfecto estado durante unos 25 o 35 años, aproximadamente. Pero pasado ese tiempo pueden aflojarse, lo que requiere que la persona afectada por esa situación tenga que someterse a lo que se conoce como cirugía de revisión, que es la intervención que se le realiza para poder cambiarle la citada articulación protésica.
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Aunque no es lo habitual, en algunas ocasiones se pueden presentar complicaciones tanto durante la intervención quirúrgica como posteriormente a la misma. En el primer caso pueden surgir infecciones e incluso alguna fractura, mientras que en el postoperatorio puede suceder que la persona presente una trombosis venosa. Para evitar esto último, lo habitual es que el doctor pertinente aconseje la utilización de medidas especiales e incluso la realización de diversos ejercicios tanto de extensión como de flexión de las extremidades inferiores.